jueves, 31 de diciembre de 2009

Destinatario anónimo


reposando su cintura en su cadera,
caminando y sorprendiendo,
para hacerlo no se esmera,
es difícil navegar en su vereda,
pues las miradas enredan,
esos pies automáticos,

esos minutos sabáticos,
que atrapan pensamientos,
capturan miradas depravadas,
agravadas las heridas,
por tropiezos distraídos,

mis oídos te capturan,
para comprender tus puntos débiles,
imperceptibles deducciones,
desgarran mis acciones,
exponiendo mis dudas a la luz,
clavando mi propia cruz,

y te tengo tan cerca sin saber actuar,
me parpadea hasta la voz,
y al llegar de nuevo a casa me pongo a pensar,
cuanto mas podría llegar a dar,
cualquier momento es perfecto para que no sea la ocasión,
mi decisión ya hace rato es tenerte,
pero es imposible retenerte,

y paso los años mirando desde afuera,
esta escuela no debe ser la mía,
y descubro un lado en mi que ya lo sabia,
todos los días terminan,
en que nunca serás mía..

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