Si los principios de la vida nos cruzaron por su camino, es porque mucho debíamos de aprender. Tal vez el destino quiso que así sea, ustedes de ese lado y nosotros de este, pero sus esencias quedaron acá en la tierra para enseñarles a los hijos de nuestros hijos. No recordaremos un mal momento ni que quedó por resolver, en nuestro corazón simplemente queda lugar para su amor incondicional. La vida nos enseño que la muerte es parte de ella, y así supimos comprender que nuestros abuelos y padres son árboles, murieron con sus grandes raíces, y de pié. No quedó asunto pendiente mas que rendir tributo a sus grandes enseñanzas, poniéndolas en marcha y justificando nuestra sangre, es por eso que juramos amor eterno, y esperamos ese día en que se vuelva a reunir la familia, desde acá abajo, un beso mas que grande, los amamos con todo nuestro corazón. Sus hijos y nietos.
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